lunes, 21 de marzo de 2011

El Juicio Final. Miguel Angel





El Juicio Final es la composición situada en la pared frontal de la Capilla Sixtina realizado entre 1533 y 1541 por Miguel Angel. La ubicación de este tema en el lugar del altar se trata de una colocación bastante anómala, ya que normalmente se situaba en la fachada, esta disposición se debe a la voluntad de Clemente VII, el papa Medici, que encargó el proyecto, aunque se realizara sobre todo en el pontificado de Paolo III, ya que la fase preparatoria se prolongo hasta 1536. 


Para su realización Miguel Angel deboó destruir parte de la decoración que Perugino había  realizado para Sixto IV ( contenían los temas de la Asunción de la Virgen y del nacimiento y salvación de las aguas de Moises).
La composición elegida presenta en lo alto de los dos lunetos los símbolos de la Pasión portados por ángeles sin alas, a continuación se representan los santos y elegidos con Cristo Juez y la Virgen en el centro. Por debajo, en el centro los ángeles anuncian con sus trompetas el día del juicio; a la derecha de Cristo los resucitados salen de sus tumbas y ascienden al cielo, mientras que a su izquierda los condenados se precipitan a los castigos infernales. En la base de la escena aparecen las tumbas abriéndose y la barca de Caronte que lleva a los condenados.
Se conserva abundante documentación contable sobre el proceso de realización de la obra, posiblemente por que estaban financiadas por el papa personalmente y que exigía un control minucioso de los gastos. En ella se comprueba un largo proceso de preparación del muro, con varias capas de yeso y de enlucido, lo que indica la gran preocupación de Miguel Angel por disponer una superficie base de la máxima calidad que le permitiera un resultado optimo.





Detalle de la figura de Caronte con las marcas de las plantillas

La técnica evidentemente es la del "buon fresco", aquella que solo los grandes maestros con una gran habilidad de dibujo y rapidez de ejecución de atrevían a acometer. Una vez que la superficie base estaba lista se tendía una ultima capa de yeso, sobre la cual, cuando aun estaba fresca se realizaba un rápido esbozo, en ocasiones a partir de una plantilla de papel o cartón marcandose la silueta sobre la superficie blanda. Aun son apreciables en algunas zonas las incisiones realizadas por Miguel Angel o sus escasos ayudantes. Esta técnica de fresco obliga a planificar el trabajo por jornadas, en cada una de ellas se realizaba un sector, por eso es fundamental que el autor tenga en su mente cual es diseño completo. Tan solo en algunas zonas se empleo el óleo, como en las figuras de los demonios de la parte inferior, cuyos tonos azulados y verdosos metálicos son difíciles de lograr solo con el fresco. La posibilidad de correcciones es limitada, pero aun así se han descubierto algunos "pentimenti", normalmente se trata de correcciones en alguna extremidad  para mejorar la composición general de la figura.


La ejecución al fresco proporciona unas pinceladas rápidas, liquidas  que permiten veladuras y tonalidades claras y transparentes; en cambio Miguel Angel se inclina mas por pinceladas mas densas y grasas, siempre veloces, con colores mas vivos.  Durante mucho tiempo se consideró que Miguel Ángel empleó unas tonalidades más neutras que potenciaran los volúmenes escultóricos de sus figuras, la suciedad acumulada durante siglos, el humo de las velas y del incienso empleado en la capilla junto a restauraciones incorrectas como la capa de cola que se aplicó en 1714 con la intención de fijar los colores, y que fijo aun más el polvo y la suciedad. En 1980 se inicio un proceso de restauración integral de la Capilla Sixtina que descubrió en medio de una gran polémica mundial los colores originales que había empleado Miguel Ángel. Colores brillantes, luminosos y en ocasiones en combinaciones atrevidas, los tonos de la piel destacan ahora sobre el profundo azul. Uno de los problemas a los que tuvo que hacer frente la restauración fue el eliminar o no los añadidos que había tenido la obra con el paso del tiempo. 


Detalle de la situacion del fresco antes de la restauración

Miguel Ángel había concebido el conjunto como una escena en la que los cuerpos desnudos de los resucitados se agitan tumultuosos hacia el cielo o el infierno; en la mentalidad neoplatónica del humanismo el desnudo no se entiendo como algo pecaminoso. Pero cuando el fresco se mostró por primera vez no estuvo exento de escándalo, algunos obispos pensaron que era una escena mas propia de una taberna que te una iglesia. Finalmanete  el Concilio de Trento impuso una visión completamente diferente y además adoptó unas medidas muy claras sobre cual debía la misión del arte religioso, en este sentido se acuso a Miguel Ángel de herejía y se intentó destruir el fresco; solo la intervención del papa Julio III consiguió frenarlo, aunque se decidió cubrir los desnudos con unos paños que taparan lo que debía verse. De esta tarea se encargo su  discípulo, Daniele de Volterra, más conocido desde entonces como el “Braghettone”, aunque no acabó su tarea; incluso en 1570 El Greco se propuso para repintarlo siguiendo fielmente los principios contrarreformistas.


Con el Juicio Final Miguel Ángel se enfrenta a uno de los temas tradicionales del arte cristiano occidental, que durante siglos había presidido los pórticos de las iglesias románicos y de las catedrales góticas, pero en este caso va mucho más alla de la representación convencional. No sólo se trata de la visión del Juicio Final, de la separación de pecadores y salvados, sino de un tensión refleja la propia tensión espiritual y vital de Miguel Ángel. Es además su  última gran obra, la que realiza en la madurez de su producción, que recoge todas las aportaciones en el tratamiento de la anatomia, la rotundidad de la anatomia y en la expresivad a traves de forzados escorzos, partiendo de sus planteamientos estéticos neoplaticos y su culto al cuerpo desnudo.

Podeis visitar la Capilla Sixtina en  3D en este enlace,  y en este ver varios detalles con la descripccion de su iconografía

1 comentario: